Aguiñiga es uno de los 12 pueblos que componían la Cuadrilla de la Sopeña en Ayala. Hay constancia documental de su existencia desde el año 1114. Se trata de un pequeño pueblo de menos de 50 habitantes situado al pie de Sierra Salvada. Y precisamente en este lugar se encuentra una de las joyas artísticas de esta tierra: la Capilla de Santiago.
El promotor de esta obra fue Juan de Durana, quien durante un breve periodo de tiempo, llegó a ser Gobernador de Nueva españa (México). Nacido en Aguiñiga en torno al año 1515, en 1539 se embarcó con destino a la tierra minera de Los Alumbres.
En la misma capilla se puede leer una inscripción que documenta su origen: ESTA CAPILLA HIZO EL SEÑOR DIEGO DE DURANA POR MANDATO DEL MAGNIFICO Y MUY ILUSTRE JUAN DE DURANA, SU HERMANO, GOBERNADOR POR SU MAGESTAD EN LA NUEVA ESPAÑA. AÑO DE 1568.
Las capilla se encuentra unida a la iglesia por el lado izquierdo del presbiterio, a través de un arco rebajado que fue cerrado en 1907, y que acaba de ser reabierto. La capilla es cuadrada y se cubre con una bóveda de terceletes y nervaduras curvadas formando una roseta. Durante mucho tiempo se creyó que la capilla era anterior a la actual iglesia y que en su día habría habido otro templo más antiguo, pero las últimas investigaciones parecen indicar que este edificio podría ser mucho más antiguo de lo que se creía hasta ahora.
Se trata de una obra de fábrica gótica, de un gótico tardío o gótico renacentista. Lo que hace excepcional a esta capilla es que conserva la pintura en todas las paredes, desde el suelo hasta la bóveda. Cada muro tiene un tratamiento de acabado arquitectónico o revestimiento diferente. Es como si el autor estuviera mostrando un catálogo de su trabajo. En el ático del altar mayor de la iglesia se conserva un cuadro de Santiago "Matamoros" que en origen debió pertenecer a la capilla.
El autor de la capilla es Juan de Armona, natural de Izoria, pero que instaló su taller en Orduña, ejerciendo su trabajo en todos los valles del norte de Álava (Urkabustaiz, Zuia, Kuartango, Valdegobía, La Ribera, etc), el norte de Burgos y el valle de Ayala, lógicamente.
Desgraciadamente, el estado de conservación no es muy bueno. Años de abandono han propiciado el deterioro de la capilla. Sin embargo, en la actualidad se está intentando devolverla a su esplendor. Se ha reparado el tejado y se ha eliminado el muro añadido en 1907. Además el verano pasado se realizó una intervención arqueológica con el objeto de estudiar los enterramientos de la capilla. Durante estos trabajos aparecieron los restos de una antigua Andra Mari, la cual, a pesar de su escaso valor y lamentable estado de conservación, ha sido restaurada en lo posible y devuelta a la capilla.
El siguiente paso es restaurar las pinturas para lo cual se está buscando financiación, tanto pública como privada, dado el enorme costo que supone para un pueblo con tan pocos recursos como es Aguiñiga.